Un Recuerdo Madre Santa en este día señalado que nos lleva a un tiempo pasado que nos arrullabas con tus brazos y nos susurrabas al oído palabras de amor. Cuanta añoranza en mi corazón de esos días de antaño que gozábamos de tu presencia y desvelos maternales, llenándonos de alegría y fortaleza en nuestros espíritus.
Hoy después del tiempo transcurrido me siento con la necesidad de decirte, desde este valle de lágrimas, que igual que entonces con tu manto me des calor y con tus brazos la fuerza para poder seguir en la labor encomendada de tu hijo Jesús el Cristo.
Te ruego madre, que protejas ahora más que nuca a tus hijos que están en misión sobre la Tierra.
De quien te adora
Jacobo
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