Madre del Amor y
Madre de
Madre Santa, que diste al mundo a tu Hijo primogénito por la salvación del hombre, para que en él, reinara la paz, el amor y la esperanza de un mundo mejor.
Hoy el hombre sigue soñando la paz pero esta no viene porque él, no ha cumplido sus promesas de amor al hermano ni a Dios.
Que triste es ver como las ilusiones se desvanecen por satisfacer sus deseos egoístas y no altruistas.
¡Madre! que triste es poder comprobar que él no ha hecho nada por merecer esta gracia que tu le ofrecías, para lograr en su interior la paz y armonía y la recompensa de verse mejor.
El Eterno Mutante Jacobo
Mensajero y Ángel de Jesús,
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