sábado, 28 de agosto de 2010

MARTIRIO DE JUAN EL BAUTISTA


Juan Bautizando al Señor


28 de Agosto es la fecha del martirio de Juan el Bautista primo de JESÚS, de quien fue dicho de ser el más grande nacido de mujer. Vino al Mundo con la gran misión de preparar el camino del Señor y sensibilizar al hombre de su pronta venida. Sin que nadie advirtiera en él, que era la propia reencarnación del Profeta Elías, ni vieran en el Bautista el Precursor del Mesías y de ser el “Enviado” ya mencionado en la antigüedad por los Grandes Profetas. Cumpliéndose así la Profecía que decía: que él, vendría con el espíritu de Elías, y allanaría el camino del Señor.


Predicó en el desierto, y fue rechazado por su mensaje severo y comportamiento austero, lleno de pragmatismo por lo cual fue menospreciado por la mayoría de sus conciudadanos y gentes de buen vivir. Siendo al final decapitado por el propio Rey Herodes Antipas, influenciado por Herodías que le tenía un gran odio por ser acusado Herodes en público de adulterio, denunciando su pecado, censurando el amor libre e ir a vivir en unión de la mujer de su hermano Filipo.


La adultera Herodías y su hija Salomé, veían en él, un peligro desestabilizador. Valiéndose su hijastra de sus encantos y hermosura, suscitó el deseo en el Rey, por verla bailar semidesnuda en una corte corrupta y libertina; provocando una situación de extrema locura y frenesí por disfrutar de la mujer de unos momentos de su belleza, aceptando el Monarca sus condiciones “trayendo la cabeza del Bautista y presentándola en bandeja como ella había pedido ”. Cumpliéndose el nefasto suceso en el día de su cumpleaños en el gran banquete que ofrecía a todos los principales de la Ciudad.


El Rey Herodes pagó muy caro su debilidad por complacer su deseo libertino y agradar a Salomé de su caprichosa petición, cruel y horrorosa. Que con el tiempo pagaría ésta, en su nueva reencarnación en el personaje de María Antonieta: Reina de Francia “Guillotinada” Hay un proverbio que dice “Quien mata a hierro a hierro muere” Es la Ley de Causa y Efecto.


Herodes, en su destino fue muy desafortunado y triste, padeciendo inmensa pena; cargada de temores, remordimientos y males, desembocando al final en grave enfermedad y muerte; Ya que Herodes no dejaba de pensar en el acto horrible cometido que le había hecho sucumbir ante los encantos de su hijastra concediéndole a ésta, la cabeza de un Gran Profeta. Tal hecho le llenó de terror y amargura. Puesto que temía al Profeta y le tenia un profundo respeto, y le protegía. Cuando le oía hablar se quedaba pensativo y temeroso, lo escuchaba con gusto" Lo consideraba un Hombre Santo a quien no quería dar muerte: pero llegó la fecha fatídica en el baile, en el día de su cumpleaños lo decapitó a petición de la hija de Herodías después de ser retenido, encadenado y encarcelado en la Fortaleza de Maqueronte por deseo de su concubina.


Entró en dicha fiesta la hija de ésta y bailó, gustándole mucho a Herodes, y le prometió con juramento: "Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino". La muchacha fue donde su madre y le preguntó “¿Qué debo pedir?” Ella le dijo: "Pida la cabeza de Juan Bautista". Entró corriendo a donde estaba el Rey y le dijo: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista". El Rey se perturbó dando señales de gran disgusto, pena y amargura, cediendo por no contradecir el vano juramento hecho y, se la entregó.


De esta suerte, el Precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente tanto en la muerte como en la vida dio testimonio de la VERDAD y sigue haciéndolo en este tiempo estando en medio de los hombres como ya hizo en el pasado. Pero esta vez, ha venido como Elías acompañado de Enoch para Restaurar el Nuevo Reino Prometido. Son los dos Testigos “Olivos Renovadores de un Triunfante Amanecer”.

J.C.



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