LA PODEROSA AGUILA CELESTE

El Aguila Portadora del Alfa y Omega, Baña de luz la rosa de este vergel llamado Tierra.

¡OH! Padre hoy es el día en que se cumple tu generosa y radiante luz de infinita bondad que nos bautiza con el Fuego Eterno de la Sabiduría para dar manifestación de tu inmenso poder hacia todo lo creado. Qué tristeza ver, que otros hijos, que no lo han querido ser y no han sabido reconocer tu amor y desvelos hacia ellos, serán desheredados de tu Reino y ser conducidos para siempre al de las tinieblas con duras experiencias amargas que cumplir de dolor y pena.

Nuestro vagar por esta Tierra está tocando a su fin. Después de aquellos días lejanos de Septiembre del año 93, que quisiste reunirnos y honrarnos con tu presencia a todos los que siguieron el vuelo del Águila para ser llamados y escogidos en la Nueva Galilea de los Gentiles, dando homenaje de despedida a los tuyos en la conformidad de saber quienes estarían sentados en tu mesa en el día del “Gran Banquete de Bodas” y de saberse ser, la sal y la levadura de este hermoso planeta llamado Tierra.

Aún hoy ¡Padre!, rezumban en mis oídos tus majestuosas palabras y tu caluroso abrazo dándome ánimo en mi labor para llevarlo a cabo con toda la grandeza de movimiento que me es permitido en tal cometido, acompañado con el beneplácito de una cariñosa sonrisa en un radiante semblante de amor, infundiéndome todo el coraje necesario para seguir con plena libertad de acción hasta el final.

Hoy festividad de la “Anunciación”, has escogido esta fecha tan significativa del Arcángel Gabriel, que anuncio a María la concepción de Jesús; para darnos la señal de iniciación, bañándonos en tu luz toda poderosa de intervención poniéndole broche final a los acontecimientos tan esperados y deseados que llegan ya.

El Mensajero y Precursor de Jesús

J.C