Hoy, fecha en la cual se desarrollaron los
acontecimientos nefastos para el Redentor
Domingo de Ramos entrada triunfal del Hijo de Dios, en la ciudad de Jerusalén, Los mismos que le aclamaban y victoreaban como el Mesías serían los que le condenaron a muerte y le escupieron a la cara diciéndole que era un falso profeta.
Los suyos tuvieron que esconderse porque los acosaban y perseguían. El Señor les advirtió que fueran prudentes porque el mal había vencido al Mundo y la estirpe de Barrabás seguiría su obra diabólica hasta el final de los tiempos, les recomendó que fueran cautos y vigilantes para poder llevar a cabo el mensaje del nuevo pacto y la nueva ley a todos los gentiles puesto que Israel su pueblo lo había rechazado.
Así fueron los acontecimientos que llevaron a muchos a creer que sus discípulos, le habían abandonado por cobardía y miedo a la muerte. Nada más lejos de la realidad, ya que siguieron el consejo que les había dado su Maestro para poder llevar a cabo la gran obra a desarrollar en distintos lugares del Mundo. El programa siguió su curso y muchos partimos a tierras lejanas e incluyéndome en esta tierra vuestra que visité de grandes contrastes y rituales diversos. Algunos eran a fines al dios Sol, al que adoraban con sumo fervor en sus ofrendas cotidianas, siendo además conocedores de fuerzas celestes que les enseñó el dios Hércules un titán de la antigua civilización. Tal era así, el conocimiento que poseían dichas gentes que merecía ser desarrollado. Mi labor fue para incrementar estas creencias reforzadas por el mensaje de Cristo “El Sol” para darles el nuevo pacto y la nueva ley traídas por él.
Pero hubo una fuerte resistencia en el don de la palabra que les perturbaba, rechazando la manera de hacerles ver y comprender las verdades que se volvieron contra mi, aún así, seguí con el mensaje animado por
Hoy vuelvo a firmar dicho mensaje, con la misma voz y dedicación de quien en un tiempo pasado fue el iniciador y portador deL Mensaje de Cristo en este País; para volverlo hacer ahora, entre vosotros con el anunciado avenimiento de Jesucristo, cumpliendo así sus designios.
El Mensajero Precursor de Jesús.
J.C.
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